2. Hay gente que cambia de estado y fotográfía todas los días, por lo que la aplicación hace las veces de psicólogo.
3. Están los que whatsapean a las 3 de la mañana, lo cual significa que sufren de insomnio y se lo contagian al pretendiente de turno.
4. Los hay que montan grupos para todo y acaban siempre solos.
5. Hay gente que sólo se expresa con emoticonos y parecen subnormales. Siempre te queda la duda de si realmente lo son.
6. Existen los que usan el Whatsapp como herramienta espía para exnovios o exmaridos, se les conoce bien ya que el 80% son portadores de un tic nervioso.
7. Algunos piensan que no están obligados a contestar porque la aplicación se ha creado sólo y exclusivamente para que los demás les informen a ellos, de estos mejor no hablar.
Personalmente, después de que la aplicación haya ligado conmigo, me haya psicoanalizado, me haya quitado el sueño, me haya dejado colgada, haya aportado a mi persona un cierto retraso mental y haya cerrado 123 veces mi ojo izquierdo y 42 el derecho... me quedo con el punto 7.... MEJOR NO HABLAR.