17.2.10

CAMBIAR LA COCINA

Según los psicólogos, la razón oculta por la que decidimos renovar la cocina es la necesidad de salir de la rutina cambiando el elemento más cotidiano que tenemos.

IKEA lo sabe, y ha introducido en nuestras vidas novedades con nombres extranjeros como Gründtâl, Fâktüm o Aspvìk que te hacen volar la mente e imaginarte un rollito con un nórdico a la sombra de una encimera aglomerada que te va a durar lo mismo que el idilio vikingo.

PORCELANOSA va más allá, y cuando te dan el presupuesto, puedes jurar que el montador de la encimera va a ser la mismísima Isabel Preysler con su cuadrilla de hijos y sus ex-maridos, todos vestidos de mono Azul de Puig.

Al final, te compras la cocina serie Abstrâct, la montas tú mismo memorizando Bricomania los domingos, tomas conciencia de que la cocina encaja menos que un cuadro de Picasso y, sin darte cuenta, nace en ti un irracional odio hacia los objetos inanimados que te lleva a descubrir cuánto te gustaba tu vieja cocina y cuánto la echas de menos.

En portada: No te hagas el sueco y coge el teléfono de Atención al Cliente.